jueves. 02.05.2024

La Casa Metternich, conocida actualmente como “Casa del Príncipe” tiene su origen en el nombre de su propietario, Don Pablo Alfonso de Metternich Silva, X Conde de Castillejo, VI Príncipe de Metternich-Winneburg (Viena,1917-Schweiz, 1992), que proviene de una amplia y conocida familia diplomática y aristócrata de origen austriaco pero con ascendencia española.

En los años 70, el Príncipe de Metternich mandó construir esta singular residencia para uso y disfrute de la familia y sus amistades. Un proyecto de casa que nació con filosofía vacacional para sus ilustres propietarios y que ahora, tras su reciente rehabilitación, se ha convertido en una casa rural para el disfrute del tiempo de ocio en un marco incomparable.

En su origen, el diseño inicial siguió la filosofía de las casas mediterráneas pero claramente influido por las nuevas corrientes arquitectónicas más vanguardistas de esa época, aportando una modernidad e innovación en su fábrica más cerca del denominado estilo internacional, nunca vista para la época y mucho menos en tierras manchegas, una manera de construir que incluso a día de hoy sorprende a quien visita la casa y tiene la posibilidad de alojarse.

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La dirección de obra fue realizada por el Estudio Arquitectónico Harnden & Bombelli, con sede en Barcelona, muy reconocido en aquellos años (1957-1971), época en la que hacían realidad estas singulares villas, muy de moda entre una selecta y exclusiva clientela en España y Francia.

Y así, a orillas del río Guadiana, entre centenarios olivos y encinas se sitúa este complejo en la extensa Dehesa de Zacatena. El edificio muestra una estética de líneas puras con unas  influencias constructivas que recuerdan las casas veraniegas de las costas de Cadaqués (Gerona).

No encontramos ante una arquitectura cúbica y monolítica de vocación escultórica cuyo imponente tamaño habla por sí mismo, creando un gran contraste con el paisaje que la envuelve. La distribución de sus dependencias sigue las normas y directrices de las casas americanas de los años 60, consiguiendo una orientación perfecta buscando la luz y las mejores condiciones de habitabilidad en el diseño de sus porches y accesos, siempre contando con la extrema climatología de esta zona de España, con un clima extremo de inviernos muy fríos y veranos secos calurosos.

El inglés Peter Harnden y el italiano Lanfranco Bombelli diseñaron en los años 70 cada rincón de esta singular villa con un acabado natural y sencillo, siembre siguiendo las corrientes del diseño minimalista, contando con techos altos y geométricos en un interior repleto de luz con grandes ventanales que comunican visualmente con su exterior en las zonas de ocio y baño y un diseño sobrio a la par que elegante en su decoración, usando los tonos cálidos y creando contrastes en sus texturas y materiales. 

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Los colores predominantes en todo el proyecto son blancos, terracota y crudos en contraste con diferentes elementos decorativos en negro y acentos en azul real. Se unen aportando texturas diversos útiles realizados por  artesanos  locales, todos ellos realizados en fibras vegetales, como sillas de enea y serijos manchegos tradicionales, seña de identidad de un interiorismo de vanguardia, carente de artificios. 

Cada una de las dependencias está equipada con todos los elementos que permiten que los espacios funcionen con el mínimo mobiliario, filosofía y diseños que se han respetado en la actualidad para mantener la esencia del proyecto original, acercándolo a su actual uso como alojamiento turístico con todas las comodidades y necesidades actuales de climatización y conectividad. 

La planta principal, de forma pentagonal,  se encuentra dividida en varios volúmenes que se orientan en torno a una espectacular piscina, esta  tiene como telón de fondo a modo de gran terraza unas excelentes vistas de la dehesa y orillas del río Guadiana en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.

La  zona noble central consta de un gran salón social con un amplia chimenea tronco-piramidal de acero templado de color negro. Frente a ella un panel geométrico que divide este espacio abierto del comedor para los invitados, uniendo espacios en armonía con un amplio ventanal corrido que consigue una comunicación visual con la zona exterior e interior.

Unido a esta zona social y cerrando el espacio exterior de la terraza y piscina se encuentran dos alas de dormitorios. En su parte norte se encuentran dos con baño en suite, destinados para el Príncipe y la Princesa de Metternich (Tatiana Von Metternich-Winneburg). 

En la parte opuesta de esta terraza se encuentran tres dormitorios dobles para los ilustres invitados y huéspedes de la casa, todos ellos con vistas a través de grandes ventanales a la terraza y piscina exterior. Un gran contraste con las pequeñas ventanas cuadradas situadas en su posterior y que crean unas curiosas geometrías en sus fachadas exteriores.  

En la parte opuesta de esta zona social el edificio cuenta con las dependencias de cocina y office que conectan con un apartamento actualmente decorado en estilo minimalista, con capacidad para 4 personas, baño separado, y que se utilizaba antiguamente para el servicio de cocina y mantenimiento de la casa. Esta zona puede actualmente utilizarse por los clientes de la casa rural.

El proyecto original tenía como objetivo realizar la vivienda integrándola en la espectacular dehesa rodeada e intercalada con las encinas centenarias. La ubicación elegida en el punto más elevado de la finca buscaba aprovechar las mejores vistas y panorámicas. El objetivo original, a petición del propietario era realizar una suave transición entre el entorno de la vivienda y el paisaje de pastizales y dehesa que la rodeaba, por tanto en el aspecto del paisajismo lo más importante ya venía dado por su espectacular entorno adehesado, si bien a modo de ajardinamiento se realizaron de obra únicamente unas jardineras en sus zonas de acceso y entrada. 

En la actualidad y tras una remodelación reciente, a partir de 2016,  la “Casa del Príncipe” abre sus puertas como una nueva opción de alojamiento turístico  singular,  una exclusiva villa con la catalogación de casa rural de cuatro estrellas con capacidad para 19 personas. 

La rehabilitación y puesta en valor de la Casa Metternich ha sido un largo proceso que ha implicado el respeto de los elementos más característicos de la vivienda. Para ellos se han sustituido los elementos deteriorados por el tiempo, se adecuaron las instalaciones eléctricas y de abastecimiento de aguas, se sustituyeron los antiguos equipos de calefacción y, en general, se han realizado unas exhaustivas labores de mantenimiento y puesta a punto.

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En cuanto al interior se ha intentado reproducir el interiorismo original y que se basaba en un estilo minimalista y siguiendo las corrientes de diseño y decoración de los años sesenta y setenta.

Complementando el blanco luminoso de las estancias de la vivienda, se ha simplificado la paleta de colores utilizados, buscando tonos neutros como el beige, el ocre y el negro en sus elementos, aportando calidez con mobiliario artesanal como sillas de enea, alfombras de yute así como utensilios realizados por artesanos locales, como elementos de cerámica y útiles de pesca tradicional o damajuanas de cristal en tonos azulados.

Como es norma en la decoración minimalista el mobiliario se reduce a lo necesario e imprescindible, pero eligiendo piezas con especial diseño y calidad en su elaboración, buscando elementos de diseño referentes de aquellos años 50-60.

Entre los objetivos de los propietarios y los promotores del proyecto de rehabilitación de la Casa Metternich, se encuentra la de conseguir la inclusión de la propia casa en el catálogo de Edificios Protegidos, así como colaborar en la medida de lo posible en la divulgación  y documentación  de la arquitectura del  denominado “Movimiento  Moderno”. Buscando conseguir estos objetivos se creó la Fundación Docomomo, con sede en Barcelona, una organización internacional creada en 1990 para inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno.

La Fundación es la encargada de cumplir con estos objetivos en España y Portugal, existiendo una amplia relación de obras con las diferentes temáticas de la arquitectura moderna: industria, vivienda y equipamientos hasta completar un listado que engloba unas 1.200 obras. Siendo la Casa Metternich uno estos singulares edificios paradigmáticos incluidos en sus registros.


 

FUENTES:

https://www.casadelprincipe.es/ElHotel/Arquitectura.html

https://docomomoiberico.com/edificios/casa-metternich/

PERSONAJES Y LUGARES: La Casa del Príncipe o La Casa Metternich de Daimiel