El Museo Etnográfico “Campo de Calatrava” está enclavado sobre una casa restaurada del siglo XVIII dentro del casco urbano de Almagro, próximo a la Plaza Mayor, en la calle Chile nº 6.
El museo está dividido en dos plantas y una cueva bodega. En estas dos plantas se distribuyen las colecciones de diversos oficios transformados con el paso del tiempo sobre todo por el avance de las nuevas tecnologías y otros desaparecidos por la falta de utilidad o poca rentabilidad.
La mayor parte de los objetos que componen esta colección son oficios del medio rural, distribuidos en salas, recreando ambientes originales de oficios que se han perdido con el tiempo o que han evolucionado con la llegada de nuevas tecnologías. Se encuentran representados alrededor de 40 oficios ejercidos en el Campo de Calatrava.
En la planta baja, diferentes vitrinas nos introducen en el mundo de los oficios artesanales. Así, podemos empezar observando los útiles de los antiguos lañadores (que restauraban recipientes de cerámica fina o basta), los plateros (con sus yunques y el fuelle para avivar el fuego), el encuadernador (con una antigua imprenta manual, la guillotina, las prensas, las plumillas,…).
En esta planta podemos encontrar un primer patio donde ver una fuente con abrevaderos y comederos de animales y sobre todo el albañal (canalizador de las aguas desde el interior al exterior de la casa en La Mancha). El lugar se completa con diferentes elementos relacionados con el agua: arrebañaderas, cántaras, el cubo del pozo…
En otra estancia, podemos ver la recreación de una panadería donde se representan todos los utensilios necesarios para la elaboración del pan y la dulcería tradicional manchega (artesas, cortadores, palas de amasar, echaderas para hornar el pan, sobaderas…).
Otra estancia es la quesería, un espacio en el que se muestra todo tipo de tarros de ordeño de barro y de hojalata, entremisos con sus contrapesos, cántaras y lecheras, la indumentaria de los pastores, y todos los instrumentos precisos para el esquile de las ovejas manchegas.
Completa esta estancia un conjunto de útiles que transformaban la lana en fibras para poder se tejidas: husillos, rueca, argadillo, devanaderas…
Otro espacio es la cocina, donde se realizaba toda la vida familiar y social, alrededor de la chimenea. Muchos son los accesorios que podemos observar, habituales en décadas pasadas: pucheros de barro, calderos, hornillas de carbón fresqueras, tinajas, cántaros, el “chinero” (donde se guardaba la loza fina)…
Dentro de la cocina, en otro espacio podemos contemplar todo lo representativo a la matanza del cerdo: lebrillo, orzas, máquinas de embuchar, picar, artesas...
Se puede acceder a la cueva, que era utilizada como bodega, donde se conservaba el vino y los alimentos de la huerta en la época del verano. En este espacio podemos encontrar tinajas, toneles, filtros de vino…
A través de un nuevo patio, el denominado “patio de la higuera”, encontramos otras estancias, antiguos graneros y cuadras de los animales. Y en sucesivas habitaciones podemos ver más herramientas de diferentes actividades: la trilla, la cordelería, el herrador, la caza, el carretero, el picapedrero, el albañil, el azafranero, el tonelero, el agrimensor, el podador,…
Completan esta planta baja la recreación de una almazara y la de una bodega.
Subiendo a la planta alta nos encontramos con una representación de faroles de carros en una pared y, en otra, romanas y dinamómetros.
En esta planta podemos contemplar la recreación de diferentes talleres de artesanos: la herrería, la carpintería, la zapatería…
Destaca el entorno dedicada a la apicultura, donde podemos ver colmenas realizadas con troncos de árbol hueco, una prensa y un extractor de miel, además de los útiles y herramientas del apicultor, además de un pellejo para transportar la miel.
También se observa una tienda de ultramarinos, en la que se ven latas y envases de diversos alimentos, pesas y medidas, costales con legumbres. Además, un tostador de café o el molinillo, dispensadores de aceite, zapatos, medias…
Nos encontramos en una nueva estancia, el comedor, donde contemplamos una sala de bordados, para la plancha, para coser…; mostrándose lo necesario para todas estas labores.
A continuación podemos pasar a la alcoba, donde destaca una cama que cuenta con cinco patas en los laterales y tres en los pies y cabeceros. Además hay una cuna con un somier de cuerdas, los orinales, la silla del bebé y diferentes calentadores de cama, además de la ropa o indumentaria de dormir de principios del siglo XIX.
En el espacio siguiente podemos ver en una vitrina elementos e instrumentos de una antigua botica: un vademécum, microscopio, balanza de la botica, productos químicos, envases de medicamentos…
También podemos contemplar una hornacina con zapatos de finales del XIX, reglas de medir el pie, hormas de guardar el calzado, ganchos de abotonar…
Como última estancia de la planta alta destacamos una selección de aparatos de radio, desde principio del siglo XIX, hasta mediados de dicho siglo, en el que además se pueden ver radios de diversos países.
Este museo parte de la iniciativa privada de una familia almagreña con el fin de dar a conocer los orígenes de nuestra cultura popular a las generaciones venideras. Este museo es considerado el museo etnográfico más completo en la comunidad de Castilla-La Mancha, llegando a ser referencia para la creación de este tipo de museos en otras comunidades.
FUENTES:
http://museodealmagro.com/
https://apartamentolaencomienda.es/museo-etnografico-almagro/
https://www.lacasadelrector.com/museos-almagro
https://conocelamancha.es/reservas/grupos/museos-y-actividades-grupos/museo-etnografico-almagro/
