Se trata de un curioso edificio que es reconocido como una joya de arqueología industrial. El Baritel de San Carlos, situado en una pequeña depresión al pie de unas colinas, en las proximidades de la localidad de Almadenejos. En este edificio se albergaba el malacate, que era la maquinaria a modo de cabrestante que era usada en las minas para sacar minerales y agua, que tiene el tambor en lo alto, y debajo las palancas a las que se enganchan las caballerías que lo mueven.
Esta maquinaria servía para elevar el mineral a través del Pozo de San Carlos de la Mina de la Concepción Nueva. Su construcción hay que datarla de los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX, con un estado de conservación muy buena. Posiblemente fuese construido por alguna compañía inglesa o francesa de los que tuvieron la concesión de la extracción del cinabrio (mineral del que se obtiene el mercurio). Fue declarado Bien de Interés Cultural el 23 de junio de 1992.
El exterior del edificio tiene forma poligonal de 16 lados iguales (hexadecágono regular), con unos muros de gran espesor (aproximadamente tres metros). El interior tiene forma circular con un diámetro de 17 metros. Movido por tracción animal, el torno que habría en su interior (y que actualmente no se conserva) debía servir para introducir y extraer de la mina hombres y materiales.
Está construido de mampostería (piedra sin labrar) y verdugadas de ladrillo (fila horizontal que da consistencia al muro o la pared) y las esquinas solo de ladrillo. Tiene una sola puerta adintelada para el acceso al interior y en la parte superior de la fachada la recorre una cornisa realizada en ladrillo con moldura.
El tejado está formado por teja árabe (curva) con una fuerte inclinación. En dos de sus ya citados 16 lados, aparecen sendas buhardillas y además está rematado un pequeño cuerpo de piedra moldurado y una veleta.
Su interior destaca por su austeridad y está compuesto por una sola habitación circular cubierta por una bóveda esfero-cónica. En la parte inferior de los muros aparecen algunos de ellos con arcos de medio punto. Para dar luz a la estancia se observan dos ventanas con arcos apuntalados y abocinados. Las paredes están revestidas de ladrillo y el suelo empedrado,
La forma circular está relacionada con la funcionalidad del edificio, En su interior las caballerizas moverían el torno y el suelo empedrado favorecería que éstas no resbalasen.
FUENTES:
https://cultura.castillalamancha.es/patrimonio/catalogo-patrimonio-cultural/baritel-de-san-carlos
