jueves. 09.05.2024

Se avecina un nuevo reto en la próxima PAC a partir del año 2023, la digitalización del mundo rural.

La introducción de nuevas tecnologías empieza a demandarse desde la Comisión Europea con el objetivo de realizar una conversión digital para impulsar el liderazgo del sector agroalimentario para que sea más competitivo, sostenible y generador de riqueza.

Una agricultura de precisión en donde la inteligencia artificial, la sensórica, la robotización, los drones, el blockchain, big data, el ahorro energético y la analítica de datos serán muy determinantes para satisfacer las necesidades de agricultores y ganaderos.

Esta conversión digital también unificará los registros existentes en la administración pública para integrar la información de los agricultores y ganaderos con las autoridades competentes, en donde también se simplificará la solicitud de la PAC.

Nos encontramos en un momento crucial, ya que habrá una normativa que regulará el Sistema de Información de Explotaciones Agrícolas (SIEX). Esto conllevará a cumplir ciertas obligaciones y adaptarse a los nuevos cambios.

Los productores agrarios estarán obligados a gestionar una serie de datos (tratamientos medicamentosos, tratamientos fitosanitarios, etcétera).

Estar digitalizado será fundamental para la comunicación con las instituciones y para poder acceder a las ayudas de la PAC, ya que habrá un real decreto que regulará el cumplimiento. Un gran avance en el diseño, ejecución y gestión de las políticas agrarias para cumplir con el Plan Estratégico de la PAC 2023-2027.

Este desarrollo tecnológico trae en el futuro ciertas novedades como el cuaderno de campo digital, que será obligatorio. Nos permitirá facilitar que se integre toda la información con la administración, mediante un sistema interconectado.

Todo esto se abordará de manera progresiva en colaboración con las Comunidades Autónomas, las cuales prestaran todo el apoyo necesario a aquellos agricultores y ganaderos que tengan dificultades para el acceso o manejo de herramientas informáticas .

Se podrán obtener datos que nos permitirán conseguir producciones:

  • Que sean económicamente rentables.
  • Que sean más respetuosas con el medio ambiente.
  • Que conserven la biodiversidad.
  • Que sean más eficientes.
  • Que sean más sostenibles.

Esta transición tiene una parte negativa porque trae pinceladas de un pequeño caos, si no se actúa con los medios necesarios para la transformación digital.

De este modo, dándole un toque positivo, el medio rural será más atractivo, vivo, dinámico y diversificado, que generará mucha riqueza y empleos de calidad.

La digitalización del sector agrario