La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real anuncia la suspensión temporal de las negociaciones del convenio colectivo provincial, aunque cree que el convenio colectivo es una herramienta imprescindible de negociación en materia laboral entre los trabajadores y los empleadores. La organización provincial agraria retomará las conversaciones con los representantes de los trabajadores una vez se conozca y evalúe el impacto que tendrá (en caso de que se apruebe) para el sector agropecuario la nueva normativa que el Gobierno nacional tiene prevista imponer sobre la reducción de la jornada laboral y el registro horario.
Una vez más, ASAJA Ciudad Real lamenta que se legisle de espaldas al campo. La propuesta del Gobierno para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales es un ejemplo más. Una decisión tomada por quien no conoce ni quiere conocer la realidad agraria, impuesta por un partido minoritario sin base social, sin estudio de impacto y sin diálogo con el sector agropecuario. Unas normas que no se adaptan a las particularidades del campo ni a su delicado equilibrio económico y productivo, comprometiendo la viabilidad de las explotaciones, y sin proponer ninguna alternativa para paliar sus efectos.
La organización provincial agraria defiende que la regulación de la jornada laboral en el campo debe dejarse en manos de la negociación colectiva, como siempre se ha hecho debido a las circunstancias del sector, la estacionalidad, … Sin embargo, de unos años a esta parte, el afán legislador en materia laboral del Ministerio de Trabajo y su intrusión, la está dejando obsoleta, provocando una parálisis de los convenios y desvirtuando la negociación colectiva entre los representantes legítimos.
La nueva propuesta del Gobierno tiene que pasar ahora por el Parlamento. ASAJA advierte que su aprobación no solo implicaría una carga económica, sino también organizativa para el sector primario. El campo no puede asumir este nuevo acelerón de costes laborales sin que se tambalee su viabilidad. Por eso, desde ASAJA Ciudad Real se ha decidido paralizar por el momento la negociación, para estudiar el impacto real de las nuevas exigencias que pueden imponerse. Después será momento de retomar las conversaciones y luchar por un convenio que sí recoja y resuelva todas las vicisitudes de la realidad del trabajo en el campo.
Salarios para los trabajadores del campo
ASAJA Ciudad Real recuerda que el salario base que deberán percibir los trabajadores del campo (categoría peón) será el salario estipulado en las tablas salariales del convenio colectivo provincial del sector agrario de 2024, junto con el Plus del Convenio adaptado al año 2025. Este Plus del Convenio deberá recoger la diferencia del complemento del SMI de 2024 y la subida del SMI para este año, que equivale a 700 euros/año. Por tanto, los peones agrícolas fijos deberán percibir un salario mínimo de 16.576 euros/año, con un salario base de 14.868,96 euros/anuales y un Plus de Convenio de 1.704,04 euros/anuales.
Por otra parte, para el salario de campaña, según la Orden que desarrolla las normas legales de la cotización a la Seguridad Social, la cotización de los trabajadores incluidos en el Sistema Especial para Trabajadores Agrarios, no podrá tener una cuantía inferior de 61 euros por jornada y trabajador.
Desvincular a un fijo-discontinuo
Tras meses de intenso trabajo y negociaciones, ASAJA ha logrado que se incluya una enmienda clave en la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario. Ahora los agricultores y ganaderos pueden volver a realizar contratos temporales de hasta 120 jornadas reales anuales por empresa no continuos durante las campañas agrícolas, dotando así al sector de la seguridad jurídica necesaria para afrontar las necesidades específicas de cada temporada.
Eso sí, los contratos con los fijos-discontinuos en vigor siguen activos. Para desvincular a un fijo-discontinuo de su empleador, la Tesorería General de la Seguridad Social, a través de su boletín 6/2025, del pasado 14 de abril, define y determina el procedimiento que se debe seguir. En este sentido, si tras realizar el llamamiento al trabajador fijo-discontinuo éste no acude al puesto de trabajo, se considerará que se ha producido la extinción de la relación laboral. Para informar de tal extinción, se debe comunicar un alta y después comunicar una baja por la no comparecencia del trabajador en su puesto.