La academia 'Paradiso', de Ciudad Real ha organizado sendas exposiciones de pintura de final de curso de sus más de 70 alumnos. En el caso de los más pequeños, se ha organizado hasta el 12 de junio la exposición titulada 'Los artistas primaverales' en el propio centro académico, calle San Antonio, 4, visitable de 17 a 20 horas de lunes a viernes. Por su parte, los alumnos adultos colgarán sus obras a partir del 8 de junio en la vinoteca La Pajarería de la capital.
Paradiso nació hace 3 años, después de la pandemia. Su creador, Miguel López Mora, decidió "tirarse a la piscina" tras ver el interés y el ánimo dado por alumnos suyos en clases dadas en ayuntamientos, en bibliotecas o en una galería de arte, "empecé con 17 alumnos, y ahora estamos más de 70 alumnos, entre niños -de 7 a 11 años- y adultos".
Este joven centro de enseñanza tiene como objetivo ser un lugar de descanso, de disuasión, de liberación donde a la vez que se divierten y lo pasan bien, aprenden a pintar, "ponemos música, los chicos meriendan, los mayores toman café, estamos entre amigos", comenta López Mora. La principal técnica utilizada es el óleo, "algo que motiva mucho a mis alumnos, lo ven muy profesional".
La libertad creativa es esencial para este artista docente, por lo que algunos estudiantes se decantan más por la abstracción, otros por el realismo, el impresionismo, etc., "más que enseñarles a crear una obra, lo fundamental para mí es que aprendan a mezclar colores, que se sientan libres a la hora de crear y que, de forma añadida, sepan interpretar las fichas de cuadros de los museos". En la academia Paradiso todo el mundo parte de una paleta de tres colores básicos, amarillo, azul y magenta, "para que cada uno saque los colores que quiera, a algunos les enseño la capa base, otros saben agrisar colores, quitar saturación, bajar o subir tonalidad..., los resultados son impresionantes". También les enseña a limpiar el material, los pinceles.
Insiste López Mora en la libertad de cada alumno a la hora de explayarse y expresarse en una obra, él se define más colorista, pero su finalidad es que cada alumno plasme su propia factura y personalidad en su cuadro.
