Con sólo 14 años se marchó a Madrid a trabajar en casa de Don Sergio Navarro, un notable propietario natural de la localidad tomellosera.
En marzo de de 1865 contrajo matrimonio en Madrid con Antonio Pardo y Borja. Antonio era viudo y económicamente gozaba de una buena posición, siendo propietario de varios negocios.
En junio de 1866, y tan sólo 15 meses después de su matrimonio, Crisanta queda viuda estando embarazada de ocho meses de su hijo Antonio José, quien nacería en el mes de julio y que moriría con tan solo dos años de edad (febrero de 1869).
El 10 de julio de 1869 contrajo matrimonio en segundas nupcias con Don Víctor Peñasco Otero, también viudo. Este tenía un único hijo de su anterior matrimonio, llamado Hilario Peñasco, con 12 años al término de la década de los años 60 del pasado siglo XIX.
La nueva familia, Crisanta, Víctor e Hilario vivían en Madrid en la calle de Hortaleza. Don Víctor Peñasco (nacido en 1820) era de profesión comerciante de productos coloniales y llegó a tener una gran fortuna. Falleció el 2 de octubre de 1891.
El 5 de junio de 1892, al Pleno del Ayuntamiento de Tomelloso destinó una comunicación con este contenido:
“Agradecida a las bondades de la providencia que tanto la habían favorecido en esta vida, queriendo honrar a sus buenos y queridos padres, y teniendo el recuerdo de haber nacido en Tomelloso, acordó en Madrid, con fecha de 1 de .junio de 1892, construir a sus expensas en Tomelloso un edificio de nueva planta, bajo la advocación de San Víctor, para que sirviese a la vez de hospital y asilo de refugio para los enfermos y ancianos pobres de ambos sexos de su pueblo natal”.
El edificio se construiría en el solar que había adquirido al sacerdote Don Félix Torres Rodrigo en mayo de 1892. Este solar consistía en una era a la salida de la calle de la Feria, actual calle de Don Víctor Peñasco, entre los caminos vecinales de la Casa del Cura y de Santa María, actuales calle de la Concordia y Paseo de San Isidro, respectivamente. El Hospital-Asilo San Víctor, que sería regentado por las Hermanitas de Ancianos Desamparados, fue planificada por el sobrino de Crisanta, Laureano Campos.
El terreno se había valorado en 500 pesetas. Una vez terminadas las obras, fueron valoradas en 60.000 pesetas. En noviembre de 1893 Crisanta Moreno dotó al nuevo Hospital-Asilo de San Víctor con enseres por valor de 11.510 pesetas.
Su inauguración oficial fue a finales de 1893, y el 16 de abril de 1894 se recibió carta del gobernador provincial aceptando las condiciones que la benefactora había puesto para la aceptación del edificio destinado a hospital.
Crisanta Moreno también costeó la línea telefónica y la creación de la glorieta de la Reina María Cristina. Además, el solar que ocupa la actual Casa de Cultura de Tomelloso era propiedad suya, pues adquirió la casa que allí había para fijar su residencia en Tomelloso, sin embargo, nunca la llegó a habitar.
Doña Crisanta, como era conocida en Tomelloso, falleció en Madrid el 3 de febrero de 1901, a los 70 años de edad, y está enterrada en el madrileño Cementerio de San Justo.
El Ayuntamiento de Tomelloso acordó el 18 de febrero de 1895 ponerle su nombre a la antigua calle de la Cruz Verde. También un colegio de la localidad lleva su nombre.
FUENTES:
MORALES ROPERO, Ángel y MORALES BECERRA, Ángel (2021): “Historia de las calles de Tomelloso, 1752-2021”. DC 39 Bambalinas PC, Ayuntamiento de Tomelloso.
JIMÉNEZ CRESPO, Antonio (2012): “La apasionante historia de Doña Crisanta”.
http://ciudadelvinopinturayletras.blogspot.com/2012/11/dona-crisanta-moreno-martinez-y-don.html
