FENAVIN pone en valor las variedades minoritarias en una cata excepcional con vinos poco conocidos
FENAVIN ha acogido este miércoles una de las catas más singulares del programa: una sesión dedicada a variedades minoritarias en proceso de recuperación, que ha reunido a expertos, bodegueros y amantes del vino con el objetivo de reivindicar el valor de estas uvas "casi desaparecidas". Estas variedades, de maduración tardía, tienen buena acidez y ayudan a mantener la frescura de los vinos incluso en climas cada vez más cálidos y secos.
La periodista y formadora Yolanda Ortiz de Arri ha conducido una cata que ha calificado como "una de las estrellas" de esta edición por su carácter único: "No es habitual poder catar estas variedades tan poco conocidas, incluso para profesionales del sector", ha afirmado.
Durante la cata, se han presentado vinos procedentes de zonas donde mucha gente desconoce que se cultiva la vid, pero donde existe una tradición centenaria. Es el caso de José Acosta, de Bodegas Tierra Savia, que elabora vinos en Sierra Morena.
También ha participado Daniel Sevilla, de Bodega Las Calzadas, que trabaja con variedades minoritarias como la pardilla, recuperada en la Ribera del Júcar: "Es una variedad muy interesante. Estamos en pleno proceso de replantación porque prácticamente había desaparecido", ha explicado.
Sevilla ha puesto en valor, además, el uso de tinajas tradicionales en su bodega, una técnica ancestral que está recuperando con excelentes resultados. En esa misma línea de respeto por lo local y lo histórico ha intervenido Alma Nebot, de Bodega Vicente Flors, ubicada en un pequeño pueblo de Castellón, otra zona vitivinícola desconocida para el gran público.
Desde la Rioja Alavesa ha llegado también Jon Cañas, que ha presentado la variedad cadete, una uva prácticamente desconocida incluso para profesionales del sector, con un gran potencial enológico.
La cata ha puesto sobre la mesa la necesidad de preservar la diversidad genética del viñedo y de apostar por variedades que, además de aportar personalidad y exclusividad a los vinos, pueden ofrecer soluciones sostenibles frente al reto climático.