Se trata, sin duda, de una de las esculturas más emblemáticas de Alcázar de San Juan.
Las primeras inquietudes para la creación de una escultura de Don Quijote en la localidad alcazareña se remontan a 1905, cuando, en el contexto del III Centenario de la publicación del Quijote, se creó una comisión con el objetivo de levantar un monumento al ingenioso hidalgo manchego. Sin embargo, la efeméride pasó y el tema quedó olvidado,
En 1934, la Agrupación Artística Alcazareña retomó la idea, pero el inicio de la Guerra Civil paralizó el proyecto escultórico.
En junio de 1966, el Ayuntamiento de Alcázar recibió una carta del escultor Faustino Sanz Herranz, el cual se ofrecía para realizar una figura ecuestre del hidalgo. Partiendo de esta inquietud, se pidieron presupuestos a varios escultores, recibiendo respuesta tan sólo de Federico Coullaut-Valera y del citado Sanz Herranz.

La ausencia de un concurso retrasó la creación del monumento hasta 1967, cuando se publicó un pliego de condiciones que habría de cumplirse para la adjudicación del proyecto a uno u otro artista. Sin embargo, al vencer el plazo, ninguno de los dos escultores presentaron los proyectos.
A finales de 1969, el Ayuntamiento alcazareño recibió un presupuesto de Marino Leonardo Borrega Amaya (natural de Astorga –León-), el cual fue aceptado y se comenzó la elaboración del conjunto escultórico.
Se acordó que la obra tendría una altura total de 4 metros y medio, que las figuras, Quijote y Sancho sobre cabalgaduras, deberían ser algo más del tamaño natural, fundidas en bronce; además se indicaba que el pedestal mediría 1 metro y medio y que sobre los laterales llevaría relieves con las escenas más destacadas de la vida del hidalgo.

Aunque el plazo se acordó en nueve meses, la inauguración no se realizó hasta el 2 de mayo de 1971. A la derecha se presentaba Don Quijote a lomos de Rocinante, con el cuerpo adelantado, empuñando la lanza y el escudo, con armadura y la bacía de barbero coronando su cabeza. A la izquierda, Sancho aparecía sobre Rucio, con gesto tranquilo, sujetando las riendas y con la bota de vino en bandolera.
En enero de 1999 el conjunto se trasladó entre las calles de San Francisco e Independencia, aunque finalmente las estatuas regresaron al jardincillo de la Plaza de España, aunque se instalaron unos metros más allá de su ubicación original, en un pedestal de medio metro. En esta reubicación se puso a Don Quijote en el lado derecho.
En 2023, el conjunto artístico fue sometido a una ligera restauración y se procedió a su total con la plaza: “Una losa de hormigón va a unificar la plataforma de las dos estatuas, y se forrará con el mismo material del suelo de la plaza, dando una imagen integrada a una nueva altura razonable de 20 centímetros”.

Como curiosidad, el modelo que usó para el “Sancho” el escultor Marino Amaya fue Escolástico Medina García, el famoso periodista granadino “Tico Medina” (fallecido en 2021).
FUENTES:
CALAMARDO MURAT, Javier. “La huella escultórica de Cervantes en Alcázar de San Juan (Ciudad Real)”. Universidad de Castilla La Mancha.
https://efs.efeservicios.com/foto/monumento-quijote-sancho-panza-alcazar-san-juan/8000402430
https://cosasdealcazardesanjuan.wordpress.com/2021/07/05/tico-siempre-estaras-con-nosotros/